La evaluación es un proceso
fundamental, debido a esto se debe cuidar la objetividad al llevarla a cabo;
aplicar una evaluación continua, permite reconocer que grado o nivel de
conocimientos, capacidades, desempeño y habilidades ha logrado desarrollar el
estudiante.
Para que una evaluación sea
significativa se deben tomar en cuenta aspectos como el contexto, el nivel
sociocultural, el aspecto económico, los saberes previos; reconociendo que no
es el mismo entorno, el del área urbana que el del área rural, en donde los
aspectos como la infraestructura, la tecnología, los materiales y los métodos
son diferentes.
Además para lograr que la
evaluación aporte información para mejorar los procesos, es necesario implementar
un plan de capacitación que permita unificar criterios y conocimientos
correspondientes a un mismo nivel educativo. Es importante, asegurarse de que
cada profesor tenga la capacitación, aplique los conocimientos y logre mejorar
la aplicación de estrategias de aprendizaje congruentes con las competencias
que deseamos lograr.
Darnos cuenta cuáles son
los reactivos necesarios para un examen, que evidencias o productos se desean
evaluar, identificar y familiarizarse con el uso de listas de cotejo, guías de
observación, mapas conceptuales, cuadros sinópticos, líneas de tiempo, son
acciones que debe saber aplicar todo profesor.
La educación, es un factor
que determina el desarrollo de una comunidad, sociedad y país; por lo que se
hace necesario que se sumen los esfuerzos de las instituciones y las personas
involucradas en el proceso de educación. Se debe por tanto eliminar las
diferencias y competencias que pudieran existir de una institución a otra;
recordando que el objetivo que se persigue es el mismo, lograr la calidad en la
educación y con eso buscar un desarrollo sustentable.
La evaluación, se debe
implementar en todo proceso o actividad con el fin de identificar aspectos de
mejora o áreas de oportunidad.
Verdaderamente no tiene
sentido evaluar por el simple hecho de evaluar, sino que debemos hacerlo para
mejorar nuestra acción y valorar sus resultados. Evaluamos a los alumnos para
planificar y desarrollar mejores estrategias que faciliten los procesos de
enseñanza y aprendizaje que desarrollamos en las aulas. Evaluamos a las
instituciones para lograr que funcionen
mejor y más eficazmente y para conseguir que ofrezcan las condiciones que
favorecen un aprendizaje de calidad. Evaluamos a los docentes para incentivarle
en su desarrollo profesional y promover las buenas prácticas docentes.
Evaluamos, en fin, el sistema educativo para valorar la adecuación, la
pertinencia y la eficacia de las políticas educativas que impulsamos. En suma,
evaluamos para mejorar, no por rutina o por el mero gusto de evaluar.
Ciertamente, hoy en día
hablar de evaluación en el campo
educativo, genera una serie de reflexiones y críticas. Y desde mi punto
de vista, en mi país, aún no se ha generado una cultura evaluativa, lo que
evidencia una fuerte necesidad de abordar este tema.
Los nuevos enfoques
curriculares que se vienen implementando mediante los currículos en las
instituciones educativas, requieren disponer de un sistema de evaluación que
articule los distintos niveles de la educación básica, además de una adecuada
planificación; coherente con las metas
previstas. Ello implica que todos los agentes educativos, asuman la evaluación
como un proceso permanente que sirva para
recoger información, para lograr aprendizajes de calidad. Esto incluye
un cambio de actitud sobretodo en docentes, lo cual deberá llevar a un proceso
de reflexión acerca de la práctica pedagógica, con el propósito de ir generando
nuevas estrategias para aprender y nuevas formas de evaluar basada en
indicadores acordes con los propósitos educativos planteados.
A nivel de decisores, es
importante dinamizar el sistema nacional de evaluación, que movilice a las
instituciones educativas de efectuar procesos de autoevaluación tradicionales a
nuevas prácticas pedagógicas que generen resultados objetivos que nos permitan
reflexionar y tomar decisiones apropiadas, generando una formación integral.
Los docentes seguimos
viendo a la evaluación no como un proceso, sino como el instrumento que nos
permite medir cuanto aprendió el alumno, el cual es castigado en algunos casos
o premiado en otros, sin revisar a través del
mismo nuestras capacidades y comportamiento como educadores. Si
examináramos los conocimientos impartidos, la metodología empleada, el uso de
recursos de aprendizaje, las posibilidades de apropiación que brindamos, las
herramientas que pusimos a disposición del alumno, nuestra creatividad y
muestra actitud, podremos hablar de un sistema de evaluación justo y acorde a
los sistemas educativos actuales.
La
evaluación no es fin, sino el medio que cobra sentido en función del propósito
de contribuir a mejorar la educación, teniendo como propósito certificar el
rendimiento académico del estudiante, bien es sabido que en la actualidad hemos
estado evaluando, con el único fin de promover o reprobar, es por eso que
sentimos la necesidad de contar con un sistema de evaluación integral.
Siendo el aprendizaje el
propósito general de la educación, la importancia de la evaluación de los
alumnos no puede minimizarse, pero es necesario recordar que la más importante
es la que hacen los maestros en el aula; las pruebas estandarizadas pueden ser
valiosas si se les concibe como complemento del trabajo de los maestros, y como
herramientas para tener información agregable y comparable del sistema
educativo en general, teniendo cuidado
de no tomar decisiones basadas sólo en sus resultados.
Dado el papel clave del
maestro en la calidad, la evaluación de la docencia es fundamental para la
mejora educativa, bien hecha y combinada con programas de formación inicial y
en servicio, perfiles deseables, apoyos y estímulos.
El Instituto Educativo de Transformación Integral, realiza una
evaluación por parcial a cada uno de los docentes que imparten clases en
nuestro Centro Educativo, con el objetivo de apoyar la labor docente, mejorar
el proceso enseñanza aprendizaje y brindar calidad en materia de educación.
Utilizamos instrumentos
actualizados donde plasmamos a través del uso de rúbricas todos los aspectos
que deseamos evaluar, mismos que contribuirán a mejorar la calidad del proceso,
tomando decisiones apropiadas en base a los resultados obtenidos.
La evaluación docente en
cada una de las experiencias adquiridas ha arrojado resultados favorables, ya
que los mentores desempeñan de forma eficiente su trabajo dentro del salón de
clase, su planificación se encuentra actualizada con los objetivos explícitos
de lo que se desea lograr, la
exploración de conocimientos previos en los alumnos, al igual que el desempeño
a lo largo del proceso y la retroalimentación, son característicos en nuestra institución.
Como todo proceso tiene
falencias, entre las cuales observamos la improvisación en el uso de la
tecnología, factor clave en el aprendizaje de los estudiantes, por supuesto
este aspecto, y el resultado total de la evaluación se da a conocer a cada
docente con el fin de mejorar nuestro desempeño profesional.
El acompañamiento docente
es planificado con anticipación en el Proyecto Educativo de Supervisión (PES)
diseñado a inicio del año lectivo, con la finalidad de brindar apoyo en la
labor docente a lo largo de todo el proceso de enseñanza aprendizaje.
Nos sentimos motivados a
continuar laborando con empeño en este proyecto de vida que el Instituto Educativo de Transformación
Integral ha emprendido; por el momento contando con la presencia de 15 estudiantes
y 10 docentes, pero sabedores que nuestro futuro es prometedor.
Nos espera el desafío de
una carrera que se implementa por primera vez en Honduras, de un Bachillerato Técnico Profesional en
Enfermería pionero en nuestro país, pero que sin duda alguna trasformará
muchas vidas, no sólo la de nuestros estudiantes, sino la de toda la población
que recibirá atención con calidez, trato personalizado y humano, desempeño
profesional garantizado, no sólo por el conocimiento científico sino por la
calidad de profesionales egresados de nuestra institución.
Es por eso que… tu futuro
transformado comienza ahora!
¡Somos IETI! ¡Somos calidad
humana!