3.10.17

Facilitadores de Bendición-por pastor Luis Sánchez

Pastor Luis Sánchez es pastor de la Amigos por Siempre congregación 
de la Iglesia de Santidad en Choluteca 
y es subcoordinador de la denominación en la región. 
Cuando hablamos de bendición, tenemos que decir: es el favor de Dios hacia nuestras vidas en todas las áreas. Esto todos lo deseamos, y lo pedimos y buscamos del Señor; pero también, El nos usa para llevar bendición a otras personas.

Cuando hablamos que somos facilitadores, es el que transmite las bendiciones hacia otra persona, es decir entonces, que somos los instrumentos por el cual Dios lleva las bendiciones a quienes se lo piden.  Nuestra labor y función se vuelve importante y se requiere que aprendamos a darnos cuenta que nos volvemos personas útiles en el reino cuando ayudamos a través de nuestra vida a llevar bendición. 

El regalo más grande que Dios nos puede dar, es ser canales de bendición. Es importante darnos cuenta de eso, nadie puede dar algo que no tiene. Damos lo que se nos da y lo que recibimos, lo cual tiene un fin, transmitir bendición a aquellos que han estado pidiendo al Señor y que reciben como respuesta a sus oraciones.

Miremos lo que hizo Jesús: en cierta ocasión dice el relato bíblico en San Juan 6:1-13. El tuvo compasión de la gente e hizo un milagro de tantos que hacía, alimentar a una multitud. Esto comenzó con la provisión que llevaba un muchacho, sus cinco panes y dos peces. Jesús ora al padre, se hace el milagro, lo da a los discípulos que no les costó nada, pero facilitaron a la multitud la bendición. El muchacho tuvo que despojarse de sus intereses para llevar la bendición a otros, de esa manera, funciona en el reino. La multiplicación es producto de nuestra obediencia sacrificial al despojarnos de lo que recibimos de parte de Dios para bendecir a otros. 

Lo que tenemos; en las manos de Dios, es una multiplicación de bendiciones. ¿Cuál es lo importante entonces?
·       Dios es el que da las bendiciones
·       Somos instrumentos de Dios para llevar sus bendiciones
No podemos quedarnos con ellos. Tenemos que llevarlas a quienes Dios tiene destinadas. Debemos aprender en todo darle la gloria y honra a Dios y sentirnos bendecidos en poder formar parte de lo que El hace y seguirá haciendo hasta que El venga.

Nosotros oramos a Dios por cualquier cosa que nosotros consideramos que sería bendición a nuestras vidas, familia, y ministerio. Él se mueve, y toca nuestros corazones para dar, otros recogen esas bendiciones y las transmiten a quienes oramos por ellas y facilitan estas bendiciones a quienes hemos orado. Esta es la dinámica dl Reino de Dios. A Él sea la gloria por siempre.
“Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echa fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.”
S. Mateo 10:8 RVR 1960
Somos facilitadores de bendición.