21.8.08

“……Pasa y ayúdanos” Jairo Fonseca


“Y se le mostró a Pablo una visión de noche: un varón macedonio estaba en pie, rogándole y diciendo: Pasa a Macedonia y ayúdanos. Cuando vio la visión, en seguida procuramos partir para Macedonia, dando por cierto que Dios nos llamaba para que les anunciásemos el evangelio”. Hechos 16: 9 – 10.

A mi modo de ver, hay muchas formas de presentar el evangelio a las personas; podemos hacerlo predicando en una plaza pública, en un autobús, a través de una campaña evangelistica, casa por casa, por la radio, la televisión y más. Todas ellas son formas preciosas y muy validas para testificar de Cristo y llegar a la necesidad más profunda del corazón humano: su salvación. Pero estas mismas personas a quienes amorosamente les compartimos el evangelio, también tienen otras enormes necesidades que tienen que ver con su diario vivir: ropa, calzado, alimentación, salud.
Hace dos meses tuvimos la oportunidad de visitar la aldea del Quebrachal en el municipio de San Ramón, en esa oportunidad llevamos con nosotros una buena cantidad de arroz vitaminado que recibimos como donación, fuimos para visitar también la familia de uno de nuestros líderes, para ser honesto nunca pensamos que la visita a ese lugar nos impactaría tanto, pensar que a solo 19 kilómetros de la ciudad existiese un lugar tan pobre con tanta necesidad y lo peor sin el conocimiento de la verdad del evangelio, decidimos que como iglesia local tomaríamos carga en nuestros corazones por esta comunidad. Muchas veces somos dados a momentos de emoción, pero lo interesante fue como Dios empezó a empujarnos hacia ellos, hace una semana recibimos un mensaje de la comunidad pidiendo nuestra ayuda nuevamente con alimento, el invierno no ha sido bueno en esta zona la primera cosecha de maíz no tuvo fuerza algunos pobladores cosecharon un poco, otros nada y otras personas de estas comunidades esperan la cosecha de postrera es decir de final de invierno para ver si pueden cosechar algo. “Pasen y ayúdennos”, fue el mensaje claro que recibimos, pero esta vez Dios toco el corazón de la congregación que aunque es pequeña no fue obstáculo para recolectar ropa y zapatos para ellos señal mis hermanos y amigos de que no da el que tiene sino el que quiere dar.

Al final del día ellos mismos nos pidieron tener una reunión cultica con ellos es la primera vez en mi experiencia pastoral que pasa algo así. Dios me humilló me mostro que como siempre el abre todas las puertas y nos dejo en bandeja de plata todo, únicamente tuvimos que responder a su llamado, habrán luchas lo sabemos pero si Dios esta con nosotros ¿quien contra nosotros?

Ayúdennos a orar por este nuevo proyecto que no dudamos que está en el corazón de Dios, deseamos poder llevar también ayuda médica y todo lo que Dios nos muestre que debemos hacer, te invitamos a que seas parte de este proyecto con tus oraciones, quizás quieras visitar esta zona con nosotros, o ayudarnos materialmente. Te desafío también para que tu corazón este abierto al llamado de Dios es probable que a tu alrededor también existan comunidades como estas que estén clamando: “pasa y ayúdanos”

Que Dios les bendiga.