En 1492 el navegante italiano Cristóbal Colón presentó un proyecto a
la reina Isabel de España, donde
planteaba cruzar el Océano Atlántico para llegar a la China y la India. Soñaba
con hacer grandes negocios con las riquezas del continente asiático. La reina lo apoyó firmando un contrato
llamado "Capitulación de Santa Fe" (17 de abril de 1492). Colón
preparó tres barcos (la Santa María, la Pinta y la Niña) y 90 hombres.
El 3 de agosto de 1492 Colón zarpó
del puerto de Palos. Se dirigió hacia el oeste y en la mañana del 12 de octubre
llegó a una isla llamada Guanahaní, y la rebautizó como "San
Salvador" (ubicada en las Bahamas). Allí encontró nativos taínos, pero el
Almirante los llamó “indios” creyendo que había llegado al continente asiático.
Luego, llegó a la isla de Cuba y la llamó "Juana". También a Haití y
la llamó "La Española". El 24 de diciembre la Santa María chocó con
unos arrecifes y encalló. Con sus tablones se construyó el fortín La Navidad
donde dejó a 40 hombres. El 2 de enero de 1493 emprendió el retorno a España.
Salió de Cádiz en los primeros
días del mes de mayo de 1502 para hacer su último viaje a las tierras que había
descubierto. Lo acompañaban su hermano don Bartolomé Colón y su hijo Fernando,
de 13 años de edad. La expedición estaba compuesta de cuatro embarcaciones,
llamadas La Capitana, Gallega, Vizcaína y Santiago
de Palos.
Cruzó el Atlántico sin
contratiempos y llegó a Santo Domingo, donde las nuevas autoridades españolas
le prohibieron desembarcar, a pesar de que se anunciaba una tempestad. La tempestad se desencadenó, y
Colón, gracias a su experiencia de viejo marino, logró evitar que sus barcos
fueran destruidos por la furia del viento y el mar. Así que pasó la tempestad, las
cuatro embarcaciones continuaron la navegación dirigiéndose al suroeste. El 30
de julio llegaron a la isla de Guanaja, a la cual Colón llamó Isla de
los Pinos por los bosques de estos bellos árboles que cubren sus
colinas.
Don Bartolomé desembarcó en la
isla acompañado de un grupo de marineros, en tanto que Colón, cansado y enfermo
de la gota, contemplaba desde la nave capitana la extraña vegetación de
cocoteros y pinos.
Mientras los expedicionarios se
encontraban frente a Guanaja, vieron acercarse a sus playas una canoa de
considerable tamaño. En ella venía un grupo de indígenas, protegido bajo un
toldo de petates. Eran comerciantes que viajaban entre las Islas de la Bahía y
la costa norte de Honduras.
"Estos indios, de ellos escribió
Colón en su diario, son más civilizados que los de las Antillas, pues no han
mostrado asombro a la vista de los buques, ni temor al acercarse a los
españoles; además, andan algo más vestidos que los otros isleños, y la clase de
artículos que comercian es mejor."
Colón se dirigió en seguida hacia
la tierra firme de Honduras, cuyas montañas se divisan desde Guanaja. El 11 de
agosto llegó a la entrada de la bahía de Trujillo y dio a la punta arenosa que
la costa forma frente a ella, el nombre de Punta Caxinas. Continuando la navegación con
rumbo al Oriente, las cuatro embarcaciones llegaron el 14 de agosto a la
desembocadura del río Tinto. Don Bartolomé Colón desembarcó en este lugar y
tomó posesión de las nuevas tierras en nombre de los reyes de España.
Por haberse celebrado allí esta
ceremonia, Colón dio al río el nombre de Río de la Posesión. Bajo una ceiba
corpulenta que crecía en sus orillas, fray Alejandro celebró la primera misa
que se dijo en la tierra firme del Continente Americano. Centenares de indígenas se
acercaron a contemplar las ceremonias de los recién llegados, a quienes
obsequiaron aves, pescado, granos y frutas. La mayor parte de los indios
andaban desnudos y con la cara pintada de rojo y negro. Pero lo que más atrajo
la atención de Colón fueron los grandes agujeros que tenían en las orejas,
razón por la cual llamó al lugar La Costa de las Orejas. Estos
indios con orejas deformadas eran jicaques o payas.
Continuó explorando la costa hacia
el Este, con la esperanza de encontrar un estrecho o pasaje por donde seguir el
viaje hasta llegar a las grandes ciudades de la India. Navegaba frente a la Mosquitia,
cuando se desató una furiosa tempestad, que casi hizo naufragar las pequeñas
embarcaciones. «Otras tempestades he visto, escribió Colón a los Reyes de
España, mas no durar tanto ni con tanto espanto.» Veintiocho días duró el mal
tiempo.
Pero el 12 de septiembre, al
doblar el cabo donde la costa centroamericana dobla bruscamente hacia el Sur,
Colón encontró el mar en calma y en acción de gracias bautizó dicho cabo con el
nombre de Gracias a Dios. Impulsadas por vientos favorables,
las naves continuaron explorando la costa hasta Panamá, de donde emprendió algunos
meses más tarde el viaje de regreso a España.
Después de muchos serios
contratiempos y vencer numerosos peligros, Colón desembarcó triste y enfermo en
Sanlúcar de Barrameda, a fines de 1504. El descubridor de América murió en
la ciudad de Valladolid el 20 de mayo de 1506. Murió con la creencia de que en
sus viajes había alcanzado las costas de Asia.
Participando en el desfile por primera vez como Instituto. |
Este fue el tema asignado por las
autoridades, al Instituto Educativo de
Transformación Integral para ser representado por los estudiantes durante
el Desfile en conmemoración de los 196 años de Independencia Patria.
Nuestra institución procuro
representar de forma gráfica el acontecimiento del Descubrimiento de nuestro
continente y por ende de nuestro país.
Los desfiles se realizaron el día
15 de septiembre, del presente año contando con la participación de los
estudiantes, docentes y padres de familia de la institución.
Además de dar muestras de civismo
y amor a la Patria, dimos a conocer los servicios que brinda
nuestra institución educativa, pionera en Bachillerato Técnico Profesional en Enfermería, carrera humanista que viene a cambiar el concepto de salud y prestación de servicios en Honduras. Estamos orgullosos de la labor realizada, recibimos muchos elogios por parte de las autoridades, los medios de comunicación y público en general; ya que es la primera vez que participamos en tan magno evento y nuestro desempeño fue destacado.
nuestra institución educativa, pionera en Bachillerato Técnico Profesional en Enfermería, carrera humanista que viene a cambiar el concepto de salud y prestación de servicios en Honduras. Estamos orgullosos de la labor realizada, recibimos muchos elogios por parte de las autoridades, los medios de comunicación y público en general; ya que es la primera vez que participamos en tan magno evento y nuestro desempeño fue destacado.
Cada labor que realizamos
procuramos hacerla con empeño y dedicación, sabiendo que nuestra labor va
dirigida con gozo hacia nuestro creador.
Es por eso que… ¡tu futuro
transformado comienza ahora!
¡Somos IETI!
¡Feliz Aniversario de Independencia!
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