18.2.09

“Cambiando las Espinas en Rosas”-por Rev. Jairo Fonseca


Que Dios les bendiga mis hermanos y amigos que nos contactan a través de la página web. En esta oportunidad me es muy grato traerles noticias del mover de Dios en medio de nosotros y principalmente entre los jóvenes del Centro Vocacional Estados Unidos de América.

Al pensar en este articulo “cambiando las espinas en rosas” viene a mi mente un himno de nuestro himnario Gracia y Devoción, que en una de sus estrofas dice: “Si el mundo en vez de rosas te da espinas, el Señor en rosas todas cambiará”. Existen en nuestro país muchos jóvenes que por una u otra razón no han tenido la oportunidad de estudio, o lo que es peor no poder disfrutar de su niñez y juventud como otros muchachos que tienen el apoyo de sus padres. Pues estos han tenido que enfrentar la vida como adultos.

Hace diez días arrancamos nuestras clases en el centro con mucha fe en Dios y esperanza de superar algunas dificultades que este nuevo año nos presenta. Casi estábamos al limite del cupo en el área de mecánica cuando recibimos la petición de ayudar a dos jóvenes de la ciudad de Tegucigalpa. Nos dijeron que eran de escasos recursos económicos, lo que nos hizo pensar que sería dificultoso para ellos pues los jóvenes que están hospedados en el albergue aunque todo su estudio es gratis, pagan un precio simbólico mensualmente por su alimentación.


Decidimos aceptarlos por fe creyendo que podríamos encontrar a alguien que les patrocinará su alimentación. ¡Dios no se hizo esperar! Gracias al ministerio ALCANZAR que dirige nuestra hermana Karen Rosales estos muchachos tendrán por nueve meses el sostenimiento para su alimentación.

Pero nuestra sorpresa fue mayor pues cuando llegaron no eran dos sino que tres hermanos los que querían estudiar y ya estando aquí nos resulto muy difícil decirle al tercer joven que no había oportunidad para el. En realidad los tres están en una situación de extrema necesidad. Todos ellos vienen de un hogar desintegrado hace tres años. El mayor de ellos estuvo involucrado en drogas y pandillas lo que casi le hace perder la vida apuñaleado. Esta situación le movió para recibir al Señor como su Salvador personal, los tres trabajaban en Tegucigalpa en lo que hubiera oportunidad.


La situación para estos jóvenes no termina allí, pues hace una semana recibieron la noticia de que su madre tiene cáncer… Es una mujer cristiana muy fiel, hace unos días Harold, el mayor de ellos me preguntaba: ¿pastor, porque Dios permite esta situación ahora que parece que las cosas nos van a salir bien? Es una pregunta difícil de contestar sin embargo pudo llegar a tener paz después de saber que Dios es soberano y tiene el control de todas las cosas.


Dios está haciendo algo especial en ellos. La iglesia está tomando con mucha responsabilidad el apoyarles en todo lo que puedan y mayormente dándoles una familia que no han tenido. Se está orando muy fuerte por la salud de su madre y para que Dios pueda proveer para que ella pueda entrar en tratamiento o buscar otra opinión médica.


Pensando en todo esto solo viene a mi mente el pasaje del primer libro de Crónicas 4:9 donde dice: “Y Jabes fue más ilustre que sus hermanos, y su madre lo llamó Jabes, diciendo: Porque lo di a luz con dolor”.


Eso ha sido la vida de estos jóvenes, mucho dolor, violencia, sin embargo damos gracias a Dios porque su dolor, sus espinas ¡Dios está empezando a cambiarlas en rosas!


Gracias también al apoyo siempre incondicional de nuestros hermanos misioneros, a Alcanzar y los donantes, a estos jóvenes se les esta proveyendo atención médica, ropa, calzado ¿y que creen? La oportunidad que nunca tuvieron se les hará realidad pues durante el día aprenden un oficio y por la noche empezarán esta semana a estudiar para alcanzar su ciclo común.

Pero permítanme mis hermanos y amigos porque Dios sigue obrando, el domingo recién pasado en un culto muy hermoso los otros dos hermanos de Harold recibieron a Jesucristo como su Señor y Salvador personal.

Es un año de muchos problemas económicos para nosotros como centro, tenemos un déficit grande, problemas con los cursos, pero para nosotros es una señal muy fuerte de que Dios aun no ha terminado con lo que desea realizar en el centro, esa es la razón por la cual existimos como centro, no para lucrarnos sino para ser con la ayuda de Dios, un medio de transformación para las vidas de muchos jóvenes como estos.

Por favor ayúdennos a orar, la ayuda que ustedes puedan brindarnos en cualquier área, o de cualquier forma que lo deseen es fundamental para nosotros.

Dios está cambiando la vida de muchos jóvenes aquí, el año pasado eran cuatro jóvenes en el albergue “Dulce refugio”, hoy son diez, entre ellos Harold, Junior y José de Tegucigalpa, Manuel de Intibucá, Henry de Roatán y los que ya estaban el año pasado.

¿Pero a cuantos más Dios desea transformar?, les invito a ser parte de este gran proyecto de transformar con la ayuda de Dios, ustedes y nosotros las vidas de muchos más y poder decir: “Si el mundo en vez de rosas te da espinas el Señor en rosas todas cambiará”.

Que Dios les bendiga.